A la libertad vuelo
rozando el vulnerable cielo,
recordando un sentimiento olvidado,
ignorando todo lo que me ha atado.
Pues las plumas de mis alas
son las lágrimas derramadas
por esta cadena invisible
que me hace tan sensible.
Por favor, déjame volar
y evita que el viento me pueda llevar
porque puedo elevarte al cielo
o hacerte caer más allá del suelo.
No soy ángel ni demonio,
ni siquiera conozco el verdadero odio.
por eso, mi amor, te pido
que no me hieras con la flecha de Cupido.
(Laura Gamonal)
No hay comentarios:
Publicar un comentario