Todos somos una flecha lanzada
por un arco. Salimos con gran potencia pero siempre acabamos clavados en el
suelo. Pero esto no es por alguna ley gravitatoria o algo así, es porque los seres
humanos siempre seguimos ese patrón: niñez, pubertad, edad adulta y por último
la vejez. Pensándolo bien es como el recorrido de la flecha. Es nuestro deber
hacer que nuestra flecha no caiga al suelo y sí a esos que pretenden
arrebatarnos lo sueños. Podemos definir sueño como algo imposible de conseguir.
Cuando alguien te dice quiero ser futbolista, astronauta o rey, en vez de
reírnos deberíamos animarles a ello porque aunque sea ridículo ellos lo único
que quieren es que su flecha siga volando buscando el horizonte.
(Omar Pereira)
No hay comentarios:
Publicar un comentario